viernes, 14 de noviembre de 2014

MARCO CONCEPTUAL Y EPISTEMOLÓGICO

La psicología del trabajo tiene como principal objeto de estudio las personas, ya sea de forma individual, social o en grupo, en cuanto a estudiar sus movimientos así como sus interacciones e implicaciones en el campo laboral, como se desarrollan, como se organizan, como actúan, etc., pero también, se encarga de observar y entender las implicaciones de la demanda del trabajo, integración de nuevas tecnologías así como de nuevos planes de trabajo, los problemas que rondan y la demanda de este.
Según Pareda Santiago Et al. (2008). La psicología del trabajo es un conjunto de disciplinas por lo que tiene un conjunto de conocimientos que abarcan teorías, modelos, métodos, manejo de técnicas e instrumentos que derivan de la psicología y de ciertas áreas de estudio.
Dentro del amplio marco de objetivos de la psicología del trabajo, se encuentran: describir, explicar, y predecir los fenómenos psicosociales que existen en estos entornos, así como prevenir y dar solución a posibles problemas que surjan. Pero también mejorar la calidad de vida de los empleados, la productividad y eficacia.
Como hemos sabido, la psicología organizacional se regía por una concepción positivista, la cual, se basaba en el conocimiento, análisis y la comprensión de fenómenos y estrategias de intervención que fueran útiles para estos contextos. Esta posición tradicionalista o heredada se mantuvo hasta mitad del siglo xx, siendo caracterizado por adoptar una perspectiva “realista”, en otros términos, de acuerdo con Ovejero (2000), se basa en la creencia de que la realidad puede ser observada traduciéndose en 3 supuestos básicos, los cuales son: supuesto del realismo, del objetivismo y de la racionalidad. Si nos
basamos en los 2 primeros supuestos, se entiende que, la organización es una realidad objetiva, y por ello mismo, su estudio debe de ser de acuerdo a una perspectiva descriptivo-explicativa, posibilitando así la construcción de una base que refleje la realidad que se busca. Por otro lado el 3er supuesto refleja las organizaciones como algo racional, algo que busca conseguir determinados objetivos. Bajo esta concepción el trabajador se considera un ser pasivo y apolítico, que ataca órdenes y no tienen iniciativa, se centra en la organización como tal, pero no individualiza a los miembros que la conforman.
Así mismo, se encuentra la concepción construccionista iniciando y evolucionando en EE.UU y Europa, generando un notable giro de una concepción a otra en tiempos contemporáneos, cuestionando los supuestos del positivismo en esta realidad social, creando nuevos postulados en el que se imposibilita el considerar la organización de manera objetiva dando pauta así a dos perspectivas relevantes: la psicológica, desarrollada por Weick (1969) y la sociológica, postulada por Brown (1978) creando una interacción social.
Por último, a lo largo de esta evolución histórica de la psicología organizacional, nos encontramos con paradigmas que han generado crisis de pensamiento, rupturas e incluso revoluciones, sin embargo, nos aportan variedad de postulados que sin ellos resulta difícil explicar el crecimiento que se ha realizado otorgándole sentido y explicación. Los paradigmas que se han presentado no pueden ser correctos o falsos, son guías, eran lo que se considera como “real o verdadero” hasta que surgió algo nuevo y revolucionado, pues debe tomarse en cuenta el entorno cambiante en el que vivimos.

Referencias:
Peiró, J. M., & Prieto, F. (1996). Estudio del trabajo desde la psicología. En J. M. Peiró& F. Prieto (Eds.), Tratado de psicología del trabajo volumen I: La actividad laboral en su contexto (pp. 28-36). España: SINTESIS PSICOLOGIA
Pereda, S., Et. al. (2010). Marco conceptual e histórico. En S. Pereda (Ed.), Psicología del trabajo (pp. 15-27). España: EDITORIAL SINTESIS
Furnham, A. (2001). Psicología organizacional. El comportamiento del individuo en las organizaciones. México: OXFORD

Alcover de la Hera, C., Et. al. (2004). Delimitación conceptual e histórica de la psicología del trabajo. En C. M. Alcover de la Hera (Ed.), Introducción a la psicología del trabajo (pp. 3-32). Madrid: McGrawHill

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